Este vestido llevaba años por casa, nuevecito, adornable cien por cien. En Bilonguis llegó su momento de crecer y empezar una nueva etapa con el rojo. "Es muy Skunkfunk" dijo una amiga cuando lo vió terminado. Ahora se ha independizado y se ha echado novia, a la que le sienta como un guante. Ais...qué orgullosa estoy de mi niño!
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