Pero se cruzó en mi mente tu mirada y ya no pude prestar atención. Te miré pasar y llegar hasta mí una y otra vez. Y todo era muy raro, como si tú me imaginaras esperándote al mismo tiempo.
Yimi me matas...
Kiko lo canta y lo llama Veneno.
Y este es un bolso venenoso, recién salido del horno.
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